Historias de El Pardo

Un lugar para el recuerdo de los Veteranos del Regimiento de Transmisiones



02/02/2009

CELADORES DE LÍNEAS


Esto de ser “celador de líneas” era un trabajo muy cansado. Que ¿qué era eso de “celador de líneas”?. Pues, unos soldaditos que se dedicaban a tender líneas telefónicas por el campo subiendo y bajando a los postes telefónicos. Explicaré mi experiencia personal lo mejor que pueda. La sección de telefonía de “Zarco del Valle” estaba compuesta por 3 pelotones mandados cada uno por un sargento o cabo 1º, 6 cabos y unos 24 soldados. El jefe solía ser un alférez o teniente. La sección se subdividía en los siguientes equipos:
***Equipo de replanteo***Equipo de apertura de hoyos***Equipo de repartición de postes***Equipo de plantado de postes***Equipo de tendido y tensado***Equipo de retenciones.
Compuestos todos ellos por un sargento o cabo 1º capataz de líneas, 2 cabos celadores, 2 soldados de 1ª celadores, 8 soldados celadores y 10 soldados obreros de línea.


Cuando se hacían prácticas de tendido telefónico, se distribuían por el campo los pelotones. Primero se hacía un proyecto para estudiar por dónde tendrían que ir las líneas. Después, se tomaban medidas y unos soldaditos hacían agujeros en el suelo con unos zapapicos y unas palas para introducir en ellos unos troncos de madera (postes) de unos 2,85 metros de altura y unos 50 cm. de diámetro, con una cruceta de 30 cm. a cada lado del poste. que entre varios compañeros se insertaban en dichos agujeros. Una vez asegurados con estacas de madera, un cabo se subía a lo alto del tronco (poste) con unos “trepadores” y “trepolines” con pinchos que se ataban a las botas con unas correas y un cinturón ancho de seguridad a la cintura. Subiendo poco a poco se llegaba a lo alto del poste.
Mientras tanto, otros compañeros con un carro de tendido de 2 ruedas paralelas, conteniendo un enorme y pesado carrete de cable telefónico de varios cientos de metros, iban andando al pie de los postes que ya estaban puestos, extendiendo el cable por el suelo. Otros miembros del equipo con pértiga de tendido, enganchaban dicho cable subiéndolo a lo alto hasta que el cabo que estaba encaramado lo cogía y lo enganchaba en unos pivotes en forma de horquilla apretando y amarrando el cable con unos bornes roscados de porcelana. Los cables entre poste y poste, deberían de quedar ligeramente combados, porque de dejarlos muy tirantes se podrían romper en una noche de escarcha o hielo. Y así hasta finalizar el tendido. Después se hacían pruebas de “continuidad” con teléfonos de campaña (con magneto de manivela) del modelo T33, que llamábamos “negrillos”, conectados en los extremos del tendido para comprobar el buen estado de la línea. A estos tendidos también se les podía conectar teletipos de campaña Siemens.


Otras veces se hacían tendidos simplemente extendiendo el cable por el suelo, camuflándolo con piedras, arbustos, helechos o cualquier otro elemento que lo hiciera desaparecer de la vista. Según el número de líneas que se instalasen, se intercalaban unas centrales telefónicas de campaña de 10, 20 o 40 líneas que se conectaban a otros tantos teléfonos. También se hacían prácticas de “escucha telefónica”: Subiéndose a un poste, pelando un poco los dos pares de cable telefónico y usando un microteléfono empalmado a los mencionados cables para escuchar las conversaciones de un supuesto “enemigo”.

Como curiosidad pongo aquí el material del que estaba compuesto un equipo telefónico/telegráfico de campaña:

--Un teletipo de campaña completo
--Dos teléfonos de campaña
--Dos equipos de baterías de alimentación
--Un cuadro de conexión a la batería
--Dos equipos de obrero de línea
--Un equipo de celador
--Un par de trepadores
--Un cinturón de seguridad
--Dos trócolas
--Cuatro ranas
--Un carro de tendido
--Dos mochilas ordinarias de tendido
--Dos manivelas
--Dos guantes de tendido
--Una pértiga de tendido
--Dos kilómetros de cable de campaña
--Dos rollos de cable de bajada
--Dos juegos prueba líneas
--Dos zapapicos
--Dos palas inglesas
--Una tienda de campaña
--Un farol de petróleo
--Dos gamuzas
y una cartera de documentación.



Nota.- Las fotos del teléfono y el teletipo pertenecen al Catálogo del Museo del PCMMT

6 comentarios:

  1. Si señor D. Julio, eres un tío grande. Muy bien explicado. Yo conocía esa especialidad, pero todos íbamos huyendo de ese trabajo, era duro, la mayoría queríamos ser "radios", más descansado. Cuando íbamos de maniobras los jefazos de Infantería que iban a pie con todo el equipaje encima nos tenían a los "radios" manía porque siendo unos simples cabos o cabos primeros íbamos en nuestro coche, con conductor y con ayudante.
    Felicidades por exponernos aquí tus experiencias como obrero de líneas. Lo de teletipista era chulo, cómodo y lucían una chapa con una estrella que los reclutas confundían con un alférez.
    Saludos.
    Antonio (Alicante)

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  2. Cuando digo "Obrero de Líneas" me estoy refiriendo a "Celador de Líneas", en mis tiempos se les llamaba los primero.
    Antonio (Alicante)

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  3. Estimado Antonio: gracias por tu comentario.
    Lo de “obrero de líneas” era otra categoría aparte. Los que hacían los hoyos y cargaban con los postes.
    Me pasé la mili haciendo cursos. Por este orden:
    ***teletipista
    ***celador de líneas
    ***centralista
    ***radiotelegrafista (el básico)
    y no hice más porque me llegó la hora de la licencia.
    Eso sí, sólo se hacían practicas mientras duraban los cursos. Una vez terminados, te hinchabas a hacer toda clase de servicios.
    Un abrazo.

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  4. Aclarado amigo Julio, yo creía que "Celador de Líneas" y "Obrero de Líneas" eran lo mismo. Yo era ajeno a todo eso porque a mi promoción de voluntarios nos metieron a todos de cabeza a las clases de radio, después, ninguno tuvimos que hacer otro curso, ni nos lo propusieron.
    No sé si te sonarán los profesores que tuve en radiotelegrafía: El sargento José Vicente Cañadas (no Miguel), ese era su hermano y fue compañero mío de promoción. También el cabo 1º especialista Quiñones, tuvimos también un brigada especialista, pero no recuerdo su nombre.
    Un abrazo
    Antonio (Alicante)

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  5. Estimado Antonio: nuestros profesores de radio fueron los sargentos especialistas Castaneda y Calvo. De telefonía y líneas, el capitán Calzada. De teletipos, un soldado valenciano de cuyo nombre no me acuerdo.
    Del apellido Cañadas, me suena mucho uno que tuvimos temporalmente que nos daba clases de morse, pero no me acuerdo si era José o Miguel.
    Un abrazo

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  6. es muy interesante tus comentarios hoy en dia no se encuentra casi nada en internet de esta materia te felicito gracias.

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