tag:blogger.com,1999:blog-7370035658243553280.post4040768505113481680..comments2024-02-26T22:50:11.665+01:00Comments on Historias de El Pardo: UNA ANÉCDOTA MÁSFernando Navarro Henarhttp://www.blogger.com/profile/15007023821049820315noreply@blogger.comBlogger3125tag:blogger.com,1999:blog-7370035658243553280.post-65393481760723419432008-10-17T07:29:00.000+02:002008-10-17T07:29:00.000+02:00Gracias amigos Fernando y Julio por vuestra compre...Gracias amigos Fernando y Julio por vuestra comprensión, todo esto es ya historia y forma parte de aquel contexto histórico. Conocí igualmente muy buenos soldados que también, como los del relato, procedían de pueblos atrasados. Estas personas que me acompañaron se hicieron fuertes porque dos eran hermanos y los otros primos de los anteriores, yo sólo tenía 18 años y ellos 21, en la juventud, esa diferencia de edad es importante. Como dice muy bien Fernando, al llegar al cuartel tenía que haber denunciado todo esto, pero ya sabéis como eran los mandos de la época y les podían haber formado Consejo de Guerra por insubordinación. No era mi intención esa, así que lo dejé.<BR/>Un abrazo<BR/>Antonio (Alicante)Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7370035658243553280.post-73291794973586318132008-10-16T23:12:00.000+02:002008-10-16T23:12:00.000+02:00Estimado Antonio: es una mala suerte que te tocara...Estimado Antonio: es una mala suerte que te tocara convivir con aquellos malos compañeros y es triste. Como dice Fernando a veces es una condición de la especie humana.<BR/><BR/>Así y todo, reflejas en tu historia, de forma descarnada, lo que era a veces la “soledad del mando”, tener que dar órdenes que no eran entendidas por los subordinados y que “gozaban” de su incomprensión por éstos. Tener que tomar decisiones propias, en ausencia o sin el apoyo de una autoridad superior era duro. Más aún, si los que estaban a tu mando no querían entenderlo.<BR/><BR/>Un abrazo.Veteranoshttps://www.blogger.com/profile/06565394151747800615noreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-7370035658243553280.post-76222717654953343892008-10-16T21:43:00.000+02:002008-10-16T21:43:00.000+02:00Triste historia la que nos narra Antonio. Sin emba...Triste historia la que nos narra Antonio. Sin embargo, desde mi punto de vista, el hecho de compartirla con el resto de lectores de este espacio le imprime valentía al denunciar que indeseables los ha habido, los hay y los habrá siempre. Es requisito "sine qua non" de la especia humana. Afortumadamente son los menos.<BR/>Como un insigne jurista romano dijo, "de humanos es errar, de necios permanecer en el error". Estos cuatro soldados bien cumplen este principio.<BR/>En cuanto a la actuación del Cabo al mando de la misión...impecable.<BR/><BR/>Permítaseme un comentario como Cabo1º que fuí. Si en mi mano hubiese estado, ésta no hubiese temblado al solicitar al mando el máximo arresto que un Cabo 1º podía solicitar en 1980. Es más, el resto de servicio militar de estos cuatro soldados lo hubiesen pasado "muy alegremente".<BR/><BR/>Con todo, gracias, Antonio, por tu maestría al narrar aquella situación.<BR/><BR/>Saludos desde ZaragozaFernando Navarro Henarhttps://www.blogger.com/profile/15007023821049820315noreply@blogger.com