Este papel que aparece en la foto data del 28 de Febrero de 1.966, es decir, del día de mi licenciamiento del Ejército.
Por detrás de un impreso que tenía en el bolsillo conseguí las firmas de algunos de los compañeros que se licenciaban conmigo, a medida que me iba despidiendo de ellos, incluso, la firma del capellán-comandante D. Cándido.
Lo guardo como si fuera un pequeño tesoro del recuerdo.
Por detrás de un impreso que tenía en el bolsillo conseguí las firmas de algunos de los compañeros que se licenciaban conmigo, a medida que me iba despidiendo de ellos, incluso, la firma del capellán-comandante D. Cándido.
Lo guardo como si fuera un pequeño tesoro del recuerdo.
Un pequeño gran tesoro, amigo Julio. Lo es. Uno más a añadir a la larga lista que ya debes tener desde entonces. ¿Qué mejor que volver a recordar aquellas palabras del poeta bilbilitano Marco Valerio Marcial, paisano mio, reflejadas al fondo de este blog?
ResponderEliminarEnhorabuena por atesorar tan gratos recuerdos de tu juventud.