Que duda cabe que, para quienes tenemos un grato recuerdo de nuestro paso por las Fuerzas Armadas, poder participar de este modo sería el mayor de los honores. ¿Por que negarlo?. Pero mucho más honor sería poder participar en misiones reales, contribuyendo con la fuerza de la experiencia que dan los años, aportando lo mejor de nuestro interior al que fue, es y será siempre nuestro Ejército.
¿Por que no?
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Gracias por participar.