10/11/2009

MANIOBRAS EN CATALUÑA 1957 (geografía y desgraciado accidente)


A lo largo de su historia, han sido continuadas y habituales las maniobras en las que ha participado nuestro Regimiento de Transmisiones. Precisamente en este Blog y merced a la hemeroteca rescatada por el incansable Julio G. Blanco ya hemos tenido la oportunidad de comprobarlo.
Ahora, lo más reciente en cuanto a este tipo de operaciones, nos ha sido ofrecido por el amigo Paco Leyton de Jerez, con su recuerdo y crónica de la Operación Crisex-1979, unas maniobras que tuvieron lugar en tierras de Almería, participando él como componente del Rgto. de Transmisiones. Hemos comprendido sus emociones que ahora, al cabo de los años nos ha relatado con auténtica satisfacción.
Por esa misma emoción, también a mí me ha “picado el gusanillo” y relataré otras maniobras-mucho más alejadas en el tiempo- en las que participó nuestro Rgto de Transmisiones conjuntamente con la Agrupación de Transmisiones, de El Pardo. Era el mes de Julio del año 1957 y su localización fue Cataluña.
Los componentes de esta “aventura” apenas hacia cinco meses que nos habíamos incorporado a filas. Se habían superado no obstante los exámenes de Cabo y de todas las especialidades. También formaban parte soldados del anterior reemplazo. Así pues, todo a punto.
Las maniobras, consideradas como muy importantes, puesto que asistieron observadores norteamericanos, participaron efectivos del Ejército de Tierra y Aire representados por todos los Cuerpos dotados con su mejor material de aquella época. Cabe decir pues, que el Cuerpo de Ingenieros y concretamente el de Transmisiones resultó ser la pieza más importante para el desarrollo de las comunicaciones que se establecieron para el buen fin de las estrategias que el Puesto de Mando organizó.


La situación exacta tuvo lugar en las comarcas de La Segarra, El Solsonés , Urgel (Lérida) y El Bages (Barcelona) si bien por la proximidad colindante también en otras comarcas de los pre-Pirineos.
El periódico “La Vanguardia” se hizo eco con amplitud, destacando su edición del día 28 de Julio, en la que además del tema militar, desgranaba una información muy completa de la zona geográfica, resaltando su belleza. Y el periódico local “Manresa” también ofrece una nota en su edición de 3 de Agosto.
Por lo que respecta a nuestro Rgto. el desembarco de hombres y material se produjo precisamente en Manresa, lo cual resultó una alegría para mí, puesto que era una sorpresa que ni me podía imaginar por ignorada. Se produjo de madrugada y obtuve permiso del Capitán don Victoriano Sánchez para poder dirigirme a mi casa por unas horas, que compartí con mi familia.
A primeras horas de la tarde me volví a incorporar y situarme con mi jeep equipado con una emisora MK II y con su antena extendida. ¿Se puede imaginar un convoy compuesto por unos 50 vehículos equipados con estas características?. Una parada que permitió a muchos ciudadanos agolparse frente a un espectáculo únicamente visto en películas y documentales. La salida hasta la carretera en dirección a Solsona, transcurrió por varias calles –que a mí me proporcionó la oportunidad de ver a gente y amigos, conocedores de mi presencia, recibiendo su saludo- .
A unos 30 kms. se encuentra la ciudad de Cardona, célebre por su Castillo Medieval con mucha tradición histórica en la Guerra de Sucesión Española y edificado sobre una probable fortaleza ibérica. El conjunto monumental del castillo es Monumento Nacional del Estado desde 1949, y la Colegiata de San Vicenç (Vicente), ejemplo del arte lombardo catalán lo es desde 1931.
Destaca sobretodo Cardona por su renombre en cuanto a sus instalaciones mineras de Sal y potasa anteriormente explotadas –riqueza explotada desde el neolítico- . Actualmente es un preciado legado para el visitante que puede disfrutar visitando la “Montaña de la Sal” paseando por sus antiguas galerías, considerándose un fenómeno geológico único en el mundo.
Y fue precisamente en Cardona y en terrenos-márgenes del río Cardener, lugar de nuestra primera acampada con tiendas de campaña donde pasamos la primera noche. A primeras horas de la mañana, nuestro convoy se dirigió a su destino: Solsona y en el enclave denominado “El Miracle” (El Milagro) en cuyo paisaje se encuentra un Santuario que se conserva como cenobio benedictino, una referencia espiritual de la comarca donde se venera en su majestuosa Iglesia a Santa María del Miracle, del Siglo XVII, destacando un espectacular retablo barroco. Un recinto de explotación agraria y hospedería. Una situación privilegiada en un entorno de vegetación y frente a la imponente Sierra del Cadí y puntos actualmente de buen acceso a diferentes pistas de esquí y turismo rural. Aquí es donde el Estado Mayor asentó su Puesto de mando.


A partir de nuestra llegada ya nos fuimos incorporando a las diferentes unidades y servicios, atendiendo al Bando “azul”, “rojo” o al control y arbitraje de las operaciones. Nuestro vehículo-emisora, fue ocupado por un Comandante y fuimos considerados de “arbitraje”. Los días transcurrieron prácticamente por el bosque y con paradas de pueblo en pueblo con una misión de observadores que sólo el Comandante dirigía y establecía información que yo atendía y emitía. Disponía además de la “Hoja Operativa de Ruta”-cuya imagen se reproduce- la que conservo gratamente y valoro como documento histórico. Pero es que además, tengo la satisfacción de comentar que dichas “Hojas de Ruta “ fueron confeccionadas de puño y letra por nuestro buen amigo y compañero Paco Acebes, el oficinista de la Cía. Él ya conoce este documento.
Al finalizar las maniobras, el embarque lo hicimos en la ciudad de Tárrega, capital de la comarca de Urgel, tras pernoctar en un característico montículo de esta ciudad en cuya urbanización se encuentra “La Font dels enamorats” (La fuente de los enamorados).


Nuestro regreso a El Pardo resultó alegre, en vagones de pasajeros de 3ª clase y deseosos de poder gozar de un permiso que se nos prometió. Nuestra dicha sin embargo se oscureció al conocer que el tren en el cual iba la Agrupación de Transmisiones y que nos adelantaba en dos horas tuvo un aparatoso accidente al chocar con otro tren en las inmediaciones de Villaverde,(3 de Agosto) ocasionando numerosos muertos y heridos.(1ª página de La Vanguardia,del día 6 de Agosto,adjunta) Doloroso final a unas emocionantes maniobras, con familias afectadas e incertidumbre de otras que en las primeras horas desconocían la magnitud de la tragedia. Y soldados de la quinta anterior que debían obtener su licencia a su regreso y otros que la obtuvieron heridos. A todos ellos, un recuerdo a pesar de los años transcurridos. A los fallecidos, que descansen en paz.
Valga este extenso reportaje como una ocasión más que me ha permitido evocar compañerismo y recuerdos. Una página más para la historia del Regimiento de Transmisiones.

José R.Manuel Sabaté
Manresa
Noviembre 2009


Mapa de la zona de maniobras

Esquema de la malla de radio

3 comentarios:

  1. Magnífica la crónica que sobre aquellas maniobras del 57 realizó nuestro Regimiento de Transmisiones por tierras de Cataluña. Sabaté, con su buena memoria y su archivo bien cuidado, sabe relatar con todo detalle acontecimientos importantes de su paso-ya lejano-, por el regimiento.
    Enhorabuena amigo por este trabajo que enriquecerá, aún más, este Blog.
    Antonio (Alicante)

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  2. Una página más, amigo Sabaté, para la historia, como bien dices. Un valor añadido a este espacio dedicado ya a algo mucho más importante que el recuerdo. Son los primeros pasos para que esta reciente "comunidad" adquiera mayor interés.

    No es que tus crónicas estén alojadas en lugar destacado del blog, como las de Colomina. Más bien, sois ya parte integrante de todo el contenido del blog.

    Por ello, vaya mi más humilde reconocimiento a vuestra experiencia e impresionante capacidad para transportarnos a otras épocas de nuestra Unidad.

    Os rindo mi más reconocido respeto y admiración.

    Saludos desde Zaragoza.

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  3. Me ha gustado mucho el artículo, muy bien escrito e ilustrado aparte de bien documentado, por lo que felicito calurosamente al autor.

    Saludos cordiales, A. Marrero

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Gracias por participar.