24/11/2009

Yo también estuve allí

Una vez más, queda plasmado en este espacio que el recuerdo de nuestro paso por el antiguo Regimiento de Transmisiones no queda en el olvido. En esta ocasión, es Emilio Sobrino Zamorano el que nos aporta nuevos datos.

Esto es lo que nos envía:

Estimados autores del blog "Historias de El Pardo":

Con ciertos temores de que no llegue bien este correo, pues no practico mucho estos enlaces modernos, me decido al fin a ello.
Por haber pertenecido al Regimiento de Transmisiones y ante la invitación de mi buen amigo José R. Manuel Sabaté de que participe en las páginas de "Historias de El Pardo", me permito adjuntarles el tema "YO TAMBIÉN ESTUVE ALLÍ", incluyendo algunas fotos de mi estancia en el Sahara con la Compañía Expedicionaria, por si lo consideran de interés su inclusión, quedándoles sumamente agradecido.

Un saludo.

Por supuesto que es de nuestro interés, Emilio. No lo dudes. Gracias y un saludo desde Madrid, Tenerife, Alicante, Zaragoza y Barcelona


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Emilio Sobrino Zamorano. Comandante (R)






Primera fila por la izquierda: Emilio Sobrino y Mateo Pérez en jornada de servicio de cuartel, Cardeñosa, Victorio Martín, Ismael (?) y Martín Naharro.
Lamento no poder recordar los nombres de los demás compañeros



Sobrino realizando un enlace desde el destacamento de Aargub

   Vista parcial del destacamento de Aargub y su embarcadero

Vista parcial de Villacisneros en composición con una puesta de sol, donde

destaca el campanario y la torre de la Iglesia y al fondo, la denominada
Casa-Residencia del Gobernador.


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YO TAMBIÉN ESTUVE ALLÍ.

No  puedo defraudar por más tiempo a  mi extraordinario amigo José R. Manuel Sabaté y como radiotelegrafista colega de la misma “hornada” que él, me satisface responder a su reiterado “CQ ” con lo cual ya puede contar  con este  corresponsal en atención a dicha” Llamada General”. Mi deseo se une al de los componentes de este blog cual  es que cunda la respuesta y así se manifieste alguno más de aquel grupo de cuarenta y tantos voluntarios que en marzo de 1957 ingresamos en el Regimiento de Transmisiones en El Pardo,  y que  Sabaté  en ocasión precedente ya dio a conocer íntegramente con nombres y apellidos, y así también secunden la llamada otros integrantes de la Compañía Expedicionaria al Sahara, como ya ha surgido con Francisco Acebes, a quien desde aquí saludo afectuosamente y felicito por la magnífica colaboración (A CORAZÓN ABIERTO)  que conjuntamente con Sabaté  han enriquecido las excelencias contenidas  en este blog. Mi saludo y felicitación también a los compañeros Pulido y Parra por sus respectivas e interesantes exposiciones en este blog.

Mi felicitación más sincera para el ya citado  amigo Sabaté  por las extraordinarias 
colaboraciones que  ha venido presentando,  con  gran precisión de  nombres, datos, fechas y  rezumando humanidad por los cuatro costados; ahí está el panegírico dedicado el 30 de noviembre del pasado año a nuestro querido compañero, ya desaparecido,  Andrés Pérez Rangel en el día de su Santo. Una memoria prodigiosa para poder  retener todos los detalles con total exactitud, persona muy precavida y cuidadosa que guarda toda la documentación que le llega a sus manos y siempre ha demostrado tener gran  interés y  preocupación por conservar amplia y detallada información, una virtud envidiable; magnífico es el reportaje fotográfico que ha remitido recientemente a este blog, con total precisión de nombres en todas y en cada una de las fotos.

Como muy bien ya pormenorizó Sabaté,  toda  la Compañía Expedicionaria de Radio embarcamos en Cádiz en el “Ciudad de Oviedo” y aquella tarde realizamos una travesía relativamente placentera cruzando el Estrecho en total calma para dirigirnos a Ceuta donde embarcaron más Tropas, pero después el resto del viaje hasta las Islas Canarias, para los que no estábamos acostumbrados a navegar sufrimos una auténtica  e indescriptible “borrachera-mareo” que nos duró los dos o tres días de navegación. En las Palmas de Gran Canaria se dividió la Compañía en dos Secciones: Una, que marchó hacia El Aaiun y  la otra, que embarcamos en un Remolcador de la Armada  remolcando a su vez una barcaza de desembarco  en  donde  se transportaban los vehículos  y el material.

Desembarcamos en “La Sarga”, playa de Villa Cisneros (actual Dakla) el día 12-11-57, justo el día que “celebraba” mi 21 cumpleaños. A este Sector Sur pertenecían los destacamentos de  Aargub,  Auserd  y Bir Enzaran, en cuyos puestos permanecimos algunos equipos por ciertos períodos de  tiempo y  nuestra misión también consistía en prestar los servicios de enlace con las estaciones móviles MK II,  a las diversas patrullas que se organizaban por las Unidades allí destacadas de La Legión, Batallón Disciplinario de “Cabrerizas” así como del Batallón perteneciente al Regimiento de Infantería “Castilla 16”.

Villa Cisneros está situada en el extremo de  una estrecha  península, una lengua de tierra con  una particularidad o más bien un inconveniente y es que para atravesar el istmo al salir o regresar hacia o desde el interior, era  una  zona pantanosa que ofrecía ciertas dificultades  y exigía cruzarlo en período de bajamar pues en caso contrario se corría el riesgo de que algún vehículo se quedara en plena playa averiado por pasarle agua al motor como alguna vez así ocurrió. Recientemente he visto imágenes de estos territorios y actualmente no se parecen en nada a los que nosotros “pateamos” en aquellos años, tanto por lo que respecta a las ciudades como las vías de comunicación, pues éstas eran simples pistas de tierra marcadas únicamente por las propias huellas del tránsito de vehículos, las que a veces desaparecían en ciertos tramos al cubrirse de arena a consecuencia del viento.

El episodio bélico más importante que tuvo lugar en este Sector Sur, fueron  los combates que se libraron los días 23 y 24 de febrero de 1958 en la zona denominada Tennuaca, cerca de Auserd. Habíamos partido desde   Aargub  una Agrupación completa con todos los Servicios Auxiliares y cuyo núcleo principal era del Batallón de “Corrigendos” Cabrerizas. Una vez localizada la posición enemiga fue asombroso con la valentía y el coraje que se emplearon las tropas españolas, destacando la admirable bravura y extraordinaria dureza  del “Cabrerizas”, como así lo tiene recogido en su libro “La última Guerra de África” el General Casas de la Vega. Tanto de este Batallón como de otras Unidades, pagaron con su sangre –varios muertos y heridos- el tributo de esta operación. Mi recuerdo más sentido hacia ellos y hacia todos los que entregaron su vida en la defensa de estos territorios, entonces  españoles. Creo que estos enfrentamientos resultaron ser los últimos combates  librados contra  las bandas rebeldes en el  Sahara.

Mi agradecimiento a los autores-organizadores de este blog,  ante  la oportunidad que se nos brinda para esta interrelación entre amigos y antiguos compañeros.

Un abrazo.

1 comentario:

  1. Es esta una preciosa colaboración de mi entrañable amigo Emilio Sobrino, que era lo que yo pretendía.La esperaba porque sabía que su relato iba a enriquecer y ampliar el historial de este Blog del Regimiento. Y la exposición que ha hecho, viene a confirmar el espíritu de cuantos colaboramos para que el Blog acreciente los recuerdos y las vivencias, simplemente aseverar la historia de nuestro Regimiento a través de sus hombres. Su artículo es más que nada un poema a la amistad.
    Estoy contento además, porque con su aportación he logrado ampliar el "censo" con un nuevo expedicionario a las filas de este Blog. O sea, ya somos uno más.
    Con Emilio, iniciamos el Servicio Militar en calidad de voluntarios. Casi se puede decir que todo lo desempeñamos con idéntica formación y servicios (incluyendo los de cocina y limpieza), cursos de Cabo y Cabo 1º, de radio, maniobras y expedicionarios en el Sahara 57/58, pero ya separados, él en el Sur y yo en el Norte.
    Él continuó en el Ejército y yo me licencié cumplidos los veinte meses de mi compromiso.
    Nuestra amistad ha continuado hasta ahora pese al rumbo de nuestras vidas distintas, arropada cuarenta años sólo por vía postal y telefónica.
    Hace precisamente once años que volvímos a reencontrarnos y lo fue junto con nuestras familias. Y han sido afortunadamente otras las nuevas ocasiones, en épocas estivales.
    Y para los que nos lean, les diré, que la última vez que nos vimos con Emilio fue en pleno desierto
    -1958-, concretamente él en un convoy y yo en otro en direcciones opuestas, pero allí nos dímos un abrazo.
    Ante esta exposición
    , creo que ambos podemos manifestar abiertamente, que, aparte de ser veteranos de la milicia, somos también veteranos de nuestra amistad.
    Querido amigo Emilio, muchas gracias por tu valioso relato y seas bienvenido al Blog del Regimiento de Transmisiones.

    José - Manresa

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