Ayer y hoy, el Arma de Ingenieros, siempre “cumpliendo la misión”.
En la imagen, el hijo de uno de los autores de “Historias de El Pardo”, junto al resto de compañeros que estos días han puesto de manifiesto en Zaragoza la alta capacidad del Regimiento de Pontoneros.
Para todos ellos, mi respeto y todo mi afecto.
Me uno con mi afecto y respeto a los componentes de esa Unidad.
ResponderEliminarPor cierto, mi padrino de bautismo sirvió como teniente de Ingenieros en ese Regimiento en los años 50.
Un abrazo.