Es indudable que, para este blog, la calidad de las colaboraciones que nos van llegando, son de vital importancia en nuestra permanente búsqueda del interés de nuestros lectores. El componente histórico de las vivencias de los autores de las colaboraciones es de enorme significación.
En esta ocasión, es Francisco Acebes del Rio quien nos envía una nueva colaboración...
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El día 13 de enero de 1958 se organizó desde El Aaíun una expedición de reconocimiento siguiendo el curso de la Saguia. A la altura de Edchera, a unos 22 kilómetros de El Aaiun, la expedición fue sorprendida con intenso fuego cruzado por una numerosa banda rebelde. Para perseguirlos, los efectivos de la XIII Bandera descendieron al cauce seco pero encontraron mayor resistencia de la esperada. Los rebeldes, expertos tiradores, les atacaron desde posiciones más altas. Las bandas rebeldes causaron 42 muertos (de los cuales 38 eran legionarios) y 55 heridos. Uno de los muertos era un cabo 1º de nuestra compañía. Fue la única baja que la compañía tuvo en toda la campaña. El comandante Parra, que lo vivió, lo describe muy bien.
El día 14 al amanecer me mandaron con la columna de apoyo. Mi coche de comunicaciones estaba adscrito al comandante así que me encargó de transmitir a la aviación la posición de los grupos rebeldes al otro lado del cauce, según iban siendo detectados, para ser bombardeados. También tenía que transmitir las correcciones de tiro. A pesar de que yo era un simple mandado me afligía pensar que alguien pudiera resultar muerto por mi intermedio. En un momento dado se encontraron tres rebeldes escondidos en una cueva cercana. Los legionarios atacaron la cueva con granadas. Cuando pasó el jeep con los cadáveres observé que uno de ellos había sido decapitado por las granadas.
¡Loor a los héroes! Pero también es importante saber por qué ocurren las cosas. En la página 468, nota 16, del libro La última guerra de África, de Casas de la Vega, se narra que en la primera revista que pasó a las tanquetas ametralladoras el general Hector Vázquez, gobernador del Sahara, cogió un fusil y disparó a las ruedas de una de ellas, que se vino abajo. Las ruedas de guerra, impinchables, fueron encontradas meses después en el muelle de Las Palmas. El mismo Hector Vázquez indica que de veinticinco jeeps que había en Villacisneros llegamos a tener sólo uno en servicio; las averías eran pequeñas cosas, pero no mandaban repuestos, platinos, cables, ácido de baterías, etc. Faltaban las herramientas de las secciones de camiones por haber quedado en Canarias, y las cajas de repuesto. En el combate del 13 de enero en Edchera resultó que sólo había un cirujano, que se agotó. De haber tenido más bajas los heridos no hubieran podido ser atendidos; ese día quedaron sólo dos litros de plasma y cuando se pidió con urgencia tardó más de veinte días en llegar de Canarias. La inmensa mayoría de los médicos militares buscaban por todos los medios no ir al Sahara, y los que estaban, marcharse.
El día 14 al amanecer me mandaron con la columna de apoyo. Mi coche de comunicaciones estaba adscrito al comandante así que me encargó de transmitir a la aviación la posición de los grupos rebeldes al otro lado del cauce, según iban siendo detectados, para ser bombardeados. También tenía que transmitir las correcciones de tiro. A pesar de que yo era un simple mandado me afligía pensar que alguien pudiera resultar muerto por mi intermedio. En un momento dado se encontraron tres rebeldes escondidos en una cueva cercana. Los legionarios atacaron la cueva con granadas. Cuando pasó el jeep con los cadáveres observé que uno de ellos había sido decapitado por las granadas.
¡Loor a los héroes! Pero también es importante saber por qué ocurren las cosas. En la página 468, nota 16, del libro La última guerra de África, de Casas de la Vega, se narra que en la primera revista que pasó a las tanquetas ametralladoras el general Hector Vázquez, gobernador del Sahara, cogió un fusil y disparó a las ruedas de una de ellas, que se vino abajo. Las ruedas de guerra, impinchables, fueron encontradas meses después en el muelle de Las Palmas. El mismo Hector Vázquez indica que de veinticinco jeeps que había en Villacisneros llegamos a tener sólo uno en servicio; las averías eran pequeñas cosas, pero no mandaban repuestos, platinos, cables, ácido de baterías, etc. Faltaban las herramientas de las secciones de camiones por haber quedado en Canarias, y las cajas de repuesto. En el combate del 13 de enero en Edchera resultó que sólo había un cirujano, que se agotó. De haber tenido más bajas los heridos no hubieran podido ser atendidos; ese día quedaron sólo dos litros de plasma y cuando se pidió con urgencia tardó más de veinte días en llegar de Canarias. La inmensa mayoría de los médicos militares buscaban por todos los medios no ir al Sahara, y los que estaban, marcharse.
Madrid, 9 de enero de 2009
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Encantado de leer mas vivencias personales de esa guerra olvidada. Mis felicitaciones al autor.
ResponderEliminarAlgunas matizaciones sin ningún ánimo de molestar o incordiar. El primer párrafo que alude al combate de enero del 13/01/58, contiene una visión de los hechos que fue difundida durante bastante tiempo. Hoy en día, ya está mas claro lo que realmente ocurrió.
El segundo párrafo, debe aludir a los combates de febrero del 58, en la operación Ecouvillon. Realmente impresionante su lectura. Una clara y concisa descripción de los horrores de la guerra.
El último párrafo una buena síntesis, basada en hechos documentados, del calamitoso estado de las fuerzas armadas que había entonces. Lo del médico que se agotó cuando lo de Edchera, resulta impactante, lo del plasma ya supera el horror.
Aquella fue desde luego una experiencia amarga para los que se vieron envueltos en ella.
Hoy se cumplen 51 años de Edchera. descansen cuantos allí cayeron.
Saludos cordiales, A. Marrero
Hola: habrá que recordar a nuestros visitantes que el compañero Francisco, perteneciente a la Cía Expedicionaria, fue uno de los condecorados con la Cruz Roja al Mérito militar, como publicamos en nuestra entrada del 1de agosto de 2.008. Un saludo.
ResponderEliminarAl hilo de lo que escribí al principio y por si se me malentendiese, quisiera añadir que la versión del combate de Edchera que ofrece Francisco, es una versión de las primeras que circuló aunque hay otras que difieren algo. El detalle clave de las mismas es la emboscada.
ResponderEliminarEsto no quiere decir ni mucho menos, que la credibilidad de D. Francisco sea puesta en entredicho. Yo mismo escuché algo parecido cerca de veinte años después. Incluso hoy en día todavía circula. Hoy, mas de cincuenta años tras el combate y tras bastantes investigaciones se ha podido conocer con mas precisión lo que realmente ocurrió.
No se conoce el porqué desde un comienzo no se divulgó la verdad de aquellos hechos. Incluso la narración que aparece en el Diario de Operaciones de la XIII Bandera no es correcta y está plagada de errores, inexactitudes y omisiones.
Quede por tanto claro el sentido de mis palabras antes. Si se han podido interpretar de otra forma, la responsabilidad es mía por no expresarme mejor y pido disculpas si hubiere lugar.
Finalmente, digo lo de siempre, gracias a estos relatos que no aparecen por ningún libro o artículo, el conocimiento que tenemos de esa guerra olvidada es mucho mejor.
Saludos cordiales, A. Marrero
La colaboración y participación en este Blog de Francisco Acebes Del Rio con su artículo "Edchera el día siguiente", no ha podido ser más oportuna, precisamente cuando se cumplen dos años de aquella terrible jornada que vivimos de cerca.
ResponderEliminarYo me he emocionado y más porqué Acebes es mi entrañable amigo, compañeros de aquella Cia. Expedicionaria de Radio del Rgto. de Transmisiones. Da la casualidad además, que, después de tantos años nos hemos podido localizar afortunadamente con ocasión de las pasadas navidades. Nuestro contacto ha sido por correo y también por este medio de internet.
En pocos días han sido muchas las vivencias rememoradas. Sí, nos hemos recordado mutuamente.
Acebes, amigo, que Dios te bendiga y por muchos años podamos conservar nuestra amistad.
Felicidades por tu artículo.
José R.M.Sabaté - MANRESA
Hola: me agrada que este Blog, aparte de ser un lugar para el recuerdo, sea también un sitio de reencuentro entre antiguos amigos y compañeros.
ResponderEliminarUn saludo para todos.
Fe de erratas
ResponderEliminarEn mi comentario de ayer referente al escrito de mi amigo Francisco Acebes, se me coló en la frase "cuando se cumplen dos años..", en vez de cincuenta y un años, que es lo que corresponde.
No creo que sea culpa del teclado, es más bien un despiste de anciano...
Perdón por el lapsus.
José R.M. Sabaté - MANRESA
¡¡Dios mío!! Cuando he leído ese magnífico relato del compañero Acebes me han venido a la cabeza las viejas batallitas del abuelo; pero no es éste el caso, aquí lo que se narra es auténtico y con todo lujo de detalles, tras 51 años de aquellos hechos, parece mentira que todo eso permanezca imborrable en nuestra memoria. Este blog se va a convertir en un espejo donde se refleje la verdadera historia contemporánea de nuestro Regimiento de Transmisiones. Cada vez veo más necesario que todo lo publicado sea llevado a una revista impresa en papel para la posteridad.
ResponderEliminarEnhorabuena Francisco Acebes y bienvenido.
Un saludo cordial a todos
Antonio (Alicante)
hola me llamo julio del 2/94 hize hay la mili en la segunda de guerra twniendo de capitan a manuel de pozo muy buen capitan muy buenos recierdos de alli tengo me gustaria encontrarme con compañeros mios de mi remplazo. un saludo a todos y por ultimo me encanto el cuartel fenomwno
ResponderEliminarhola me llamo julio del 2/94 hize hay la mili en la segunda de guerra twniendo de capitan a manuel de pozo muy buen capitan muy buenos recierdos de alli tengo me gustaria encontrarme con compañeros mios de mi remplazo. un saludo a todos y por ultimo me encanto el cuartel fenomwno
ResponderEliminarhola me llamo julio del 2/94 hize hay la mili en la segunda de guerra twniendo de capitan a manuel de pozo muy buen capitan muy buenos recierdos de alli tengo me gustaria encontrarme con compañeros mios de mi remplazo. un saludo a todos y por ultimo me encanto el cuartel fenomwno
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