Puestos a recordar, me pareció interesante relatar que hacíamos en el regimiento un día normal. Lo haremos por fases, para intentar recordarlo lo mejor posible.
LAS PRIMERAS ACTIVIDADES DEL DIA:
Recuerdo que al toque de diana (creo recordar que a las 7 horas), rápidamente se formaba en la compañía, en tres filas. La primera con los novatos, perfectamente uniformados y aseados, la segunda formada por el remplazo menos novato, bastante aseados y con casi todo el uniforme, y la tercera por los veteranos,esta fila era de lo mas variopinto, soldados con botas, calzoncillos y guerrera, con uniforme, sin afeitar, etc., es decir que con lo mínimo imprescindible para pasar la lista. A esta formación faltaban los que tenían servicios de cocina y guardia. Una vez formada la compañía, el cabo daba las novedades al suboficial de cuartel.
Finalizada la lista, tocaba terminar de acicalarse, vestirse y salir pitando al comedor, a por el suculento desayuno: Leche con chocolate (mucha leche poco chocolate), chusco (pan) más bien pequeño, y el relleno al gusto, ya que generalmente le poníamos lo que nosotros mismos llevábamos.
Finalizado el desayuno, vuelta por la compañía y nuevamente a formar (sobre las 9,30 o 10), esta vez en la entrada del edificio donde estaba la compañía, en el caso de la 3ª de transmisiones junto a la puerta donde se ponía Doña Vicenta. En esta formación dependiendo de lo cabronazo del sargento o si el alguno de los oficiales tenía un mal día, se pasaba una revista de pelo y uniforme.
Recuerdo que en muchas ocasiones al salir del comedor te pillaba en el patio, bocadillo en mano y firme mirando a la puerta principal mientras se izaba la bandera. Curiosa situación. Aunque peor era como ya se contó en otra entrada de este blog, a los que residían fuera y les pillaba el izado de bandera en el centro de la calle, firmes y los coches pasando.
A continuación cada uno a su destino, unos al segundo escalón, otros a limpiar coches, otros a clase de transmisiones, a clases de conducir, a la oficina de la compañía, a cambiar los vehículos de sitio, etc. Recordar que los soldados con servicio en cocina y guardia, se habían incorporado a los mismos antes de la primera formación.
Llegado el momento se oía al turuta tocar el toque de fajina, con lo que todos recogíamos nuestros quehaceres y salíamos pitando al comedor. Era curioso ver como todos calculábamos que el trabajo que teníamos que hacer para que finalizase casi al tiempo que el turuta tocaba.
continuara ...