Historias de El Pardo

Un lugar para el recuerdo de los Veteranos del Regimiento de Transmisiones



13/01/2008

UN DIA CUALQUIERA EN EL REGIMIENTO I

Puestos a recordar, me pareció interesante relatar que hacíamos en el regimiento un día normal. Lo haremos por fases, para intentar recordarlo lo mejor posible.

LAS PRIMERAS ACTIVIDADES DEL DIA:

Recuerdo que al toque de diana (creo recordar que a las 7 horas), rápidamente se formaba en la compañía, en tres filas. La primera con los novatos, perfectamente uniformados y aseados, la segunda formada por el remplazo menos novato, bastante aseados y con casi todo el uniforme, y la tercera por los veteranos,esta fila era de lo mas variopinto, soldados con botas, calzoncillos y guerrera, con uniforme, sin afeitar, etc., es decir que con lo mínimo imprescindible para pasar la lista. A esta formación faltaban los que tenían servicios de cocina y guardia. Una vez formada la compañía, el cabo daba las novedades al suboficial de cuartel.

Finalizada la lista, tocaba terminar de acicalarse, vestirse y salir pitando al comedor, a por el suculento desayuno: Leche con chocolate (mucha leche poco chocolate), chusco (pan) más bien pequeño, y el relleno al gusto, ya que generalmente le poníamos lo que nosotros mismos llevábamos.

Finalizado el desayuno, vuelta por la compañía y nuevamente a formar (sobre las 9,30 o 10), esta vez en la entrada del edificio donde estaba la compañía, en el caso de la 3ª de transmisiones junto a la puerta donde se ponía Doña Vicenta. En esta formación dependiendo de lo cabronazo del sargento o si el alguno de los oficiales tenía un mal día, se pasaba una revista de pelo y uniforme.

Recuerdo que en muchas ocasiones al salir del comedor te pillaba en el patio, bocadillo en mano y firme mirando a la puerta principal mientras se izaba la bandera. Curiosa situación. Aunque peor era como ya se contó en otra entrada de este blog, a los que residían fuera y les pillaba el izado de bandera en el centro de la calle, firmes y los coches pasando.

A continuación cada uno a su destino, unos al segundo escalón, otros a limpiar coches, otros a clase de transmisiones, a clases de conducir, a la oficina de la compañía, a cambiar los vehículos de sitio, etc. Recordar que los soldados con servicio en cocina y guardia, se habían incorporado a los mismos antes de la primera formación.

Llegado el momento se oía al turuta tocar el toque de fajina, con lo que todos recogíamos nuestros quehaceres y salíamos pitando al comedor. Era curioso ver como todos calculábamos que el trabajo que teníamos que hacer para que finalizase casi al tiempo que el turuta tocaba.

continuara ...

1 comentario:

  1. Teníais suerte con ese desayuno. En mi época había un brigada de cocina, que a su vez era encargado del almacén de vestuario y del economato (osea, el amo del cuartel), omito su nombre por si algún descendiente suyo tiene mejor concepto de él. Nos mataba materialmente de hambre. Ejemplo 1: Desayuno, agua blanquinosa caliente; yo me llevaba un poco de cola-cao liado en un papel para que tuviese algo de sabor aquel brebaje, del chusco que nos daban para la cena me guardaba un poco para migarlo en el desayuno. Con aquellas "calorias" debías aguantar toda la mañana de instrucción hasta la hora de comer.
    Ejemplo 2: Comida, sopa de cocido (agua con grasa de tocino), segundo plato, huevo duro con salsa verde. La salsa estaba tan mala que para poderte comer el huevo lo tenías que lavar en el vaso del agua. Postre, una naranja tan pequeña como el huevo. Ejemplo 3: Cena, pescado frito (decían que lo compraba en Madrid del que ya era imposible vender por su estado).
    Con esos alimentos, chavales con 18y 20 años debíamos trabajar como burros desde diana a silencio.
    Por si alguno le interesa en qué época pasaba eso en el Regimiento, años 60.
    Un saludo

    ResponderEliminar

Gracias por participar.