Estimados amigos de “Historias de El Pardo”:
Hoy me gustaría compartir con todos vosotros una satisfacción personal. Me acaban de conceder el título o “consideración” de Reservista Voluntario Honorífico.
Hoy me gustaría compartir con todos vosotros una satisfacción personal. Me acaban de conceder el título o “consideración” de Reservista Voluntario Honorífico.
Cuando yo ingresé como voluntario a los 18 años de edad en el Regimiento de Transmisiones del Ejército—tal era el nombre que tenía por entonces—, toda mi ilusión radicaba en seguir la carrera de las armas y, dentro de ella, alcanzar la graduación de sargento. No brigada, ni alférez, ni capitán… Sargento, ese era mi empleo favorito. Tan sólo pude llegar a cabo 1º. Circunstancias familiares y personales hicieron que, tras una profunda reflexión, decidiera rescindir mi compromiso con el Ejército después de casi 40 meses de servicio, me reintegré de nuevo a la vida civil a sabiendas de que renunciaba con ello a alcanzar esos galones de sargento que tanto anhelaba. Creía que este paso, con el tiempo, me traumatizaría; pero nada más lejos de la realidad. Afortunadamente no me fue mal y, si bien es verdad que alguna vez añoré ese uniforme, creo que mi decisión fue la más acertada, soy de la opinión de que en cada momento, el hombre, toma el camino que cree más adecuado valorando siempre el momento, el lugar y las circunstancias. La memoria, a veces, nos juega malas pasadas y nos quiere hacer creer todo lo contrario, que cometimos un error, pero no es así.
Como os decía anteriormente, el título de Reservista Voluntario Honorífico me ha producido una gran satisfacción, ha llegado en un momento de mi vida en el que creemos que ya se nos ha acabado todo, que nadie se acuerda de nosotros, que con nuestra edad es imposible que te den nada. Los hechos demuestran que no es así. Aunque algunos piensen que un título honorífico no sirve para nada, yo les digo que una persona puede ser médico, abogado, ingeniero… Esos títulos se consiguen estudiando, aunque ese individuo sea indigno de tener dicha titulación. Pero cuando una institución concede un nombramiento honorífico es porque a esa persona tienen algo extraordinario que agradecerle, por eso es tan importante para cualquier ser humano que se le reconozcan honoríficamente sus servicios o méritos.
Medio siglo después (marzo 1959—marzo 2009), el Ejército se ha dignado nombrarme Reservista Voluntario Honorífico. Con este diploma, donde se especifica: “Por cuanto atendiendo a los servicios y circunstancias de D......” Entiendo que las Fuerzas Armadas Españolas me están diciendo: Gracias por venir al Ejército voluntariamente a servir a tu Patria. Gracias por todos los servicios que prestaste de sargento con la paga de cabo 1º. Gracias por tu participación en las maniobras “Operación Naranja” y “Operación Dulcinea”. Gracias por haber pertenecido a una Compañía Expedicionaria en el Sahara donde tantos servicios prestaste con tu MKII como radiotelegrafista a lo largo y ancho de todo el desierto. Gracias por haber soportado con resignación la mala y escasa comida de entonces, las malas condiciones de trabajo, los sabañones que te salieron en las orejas y las manos esperando en la calle Princesa la llegada de Eisenhower. Gracias, en fin, por dar parte de lo mejor de tu vida al servicio y defensa de España.
Yo, también por mi parte, nobleza obliga, debo agradecer al Ejército que me acogiera en sus filas, que me inculcara valores que me han acompañado durante toda mi vida como: la satisfacción del deber cumplido, el trabajo bien hecho, el amor a mi patria, la obediencia, la disciplina y el orden en todos los actos de mi vida…
Hoy, también tengo que agradecer este diploma que me llena de orgullo y satisfacción, lo exhibiré enmarcado en mi cuarto de trabajo y lo estaré viendo todos los días mientras Dios me dé vida.
Un abrazo a todos.
Antonio (Alicante)
Enhorabuena por esa distinguida mención de Reservista Voluntario Honorífico.
ResponderEliminarSi hay personas que se la merecen son los que como tú, dedicaron su juventud al Ejercito en momentos a demás tan críticos.
Quiero destacar además que la distinción que te han otorgado tiene mayor valor que las que se le dan hoy a los Reservistas que tras su compromiso de tres años abandonan la actividad, ya que en tu caso está ganada con el sacrificio de dedicar una juventud a los servicios de España sirviendo en el Ejercito y además como Voluntario.
Lo dicho, enhorabuena y a disfrutarla.
Hoy, este espacio dedicado al recuerdo, puede sentise afortunado por tener entre sus colaboradores a un reservista voluntario honorífico. Un reconocimiento a los servicios prestados en su momento que con esta distinción lo perpetúa en su justa medida.
ResponderEliminarDesde Historias de El Pardo, y en esta ocasión desde Zaragoza, enhorabunena a Antonio.
Esta entrada la situaremos en lugar destacado del blog a modo de homenaje de todos los que formamos este "proyecto".
Un abrazo Antonio.
Amigo Antonio: me uno públicamente a los compañeros Rafael y Fernando para darte la enhorabuena por el diploma de Reservista Honorífico.
ResponderEliminarSi algún día puedo superar la vagancia que me embarga últimamente y la exasperación que me entra, cada vez que tengo que hacer trámites burocráticos, a lo mejor, lo solicito yo también.
Un abrazo.
Solamente se me ocurre decirte, que te mereces ese reconocimiento del Ejercito.
ResponderEliminarY si es una idea del Ejercito reconocer los servicios prestados en nuestra juventud, bienvenida sea.
No hay mejor reconpensa que el reconocimiento al trabajo bien hecho.
Enhorabuena y felicidades.
Hola: el tema de la Reserva Voluntaria Honorífica ya lo tratamos en este Blog en la entrada de fecha viernes 16 de noviembre de 2.007, en donde se hablaba de la Ley de la Carrera Militar de 13 de Noviembre de 2.007, la cual dice en:
ResponderEliminar“…Disposición transitoria undécima. Reservistas.
3. Los españoles que habiendo realizado el servicio
militar obligatorio en cualquiera de sus formas y
que a la entrada en vigor de esta ley superen los cuarenta
años de edad podrán solicitar la consideración de
reservistas voluntarios honoríficos…”
Todo esto se solicita y te pueden informar con más detalle en las Subdelegaciones de Defensa que hay en las distintas provincias de España. Hay que presentar la Cartilla Militar, D.N.I., manifestar a qué Unidad te sientes vinculado, rellenar un impreso al efecto y firmar un segundo papel en el que autorizas a que te sean investigados posibles antecedentes penales, haber sido objetor, etc…
Y una vez aprobado por el Jefe del Estado Mayor, te mandan el diploma a tu casa.
Un saludo.
Estimado amigo Antonio: Quiero unirme a todas las felicitaciones que has recibido. Me siento partícipe del honor que te mereces.En ese documento, además de figurar tu paso por el Ejército, abarca y envuelve todos tus años hasta la actualidad toda tu la labor de un buen ciudadano que ha servido, (y sirve) y ha querido (y quiere)a su Pátria.
ResponderEliminarQue Dios te bendiga a tí y tu familia. ¡Viva el Regimiento de Transmisiones! ¡Viva España!!
José (Manresa)
Soy Álvaro el nieto de Antonio y estoy muy contento con este diploma que le han dado a mi abuelo.Yo, de mayor quiero ser militar...
ResponderEliminarFloren (La Linea)
ResponderEliminarAntonio,sólo quiero expresarte mi alegria y darte la enhorabuena por recibir esta consideración de Reservista Voluntario Honorifico, como prueba de tu entrega, lealtad y servicio a nuestra patria.
Un abrazo de tu amigo Floren y familia.