De todos es sabido que en los cuarteles, durante la mili obligatoria, la burocracia interna movía enormes cantidades de papel, traducidas en: partes, estadillos, órdenes escritas, pases de permiso, libros de registro, planillas de cocina, etc… Normalmente se plasmaban en impresos diseñados al efecto para cada una de dichas actividades y, a falta de esos impresos, no había más remedio que confeccionarlos en un papel cualquiera, a máquina de escribir, en las oficinas de las compañías. Os presentamos aquí dos partes de los más significativos, como eran: el parte de imaginaria y el parte de relevo de los cabos de cuartel.
En el primero se relacionaban los 4 soldados que tendrían que hacer el servicio de imaginaria durante la noche, siempre nombrando a uno más de reserva por si fallaba alguno. Como era "natural" tenían preferencia en estos servicios los arrestados y si no, se echaba mano de las listas de revista de la compañía que tenía el furriel en un “supuesto” orden alfabético. Este parte lo firmaba el sargento o cabo 1º de semana.
En los partes de relevo de cabos de cuartel se disponían de unas casillas en las que había que anotar las cantidades de “cosas” que existían en los dormitorios, contadas una a una: fusiles, machetes, literas, taquillas, colchones, sábanas, mantas…., vamos, hasta las bombillas o cualquier otro objeto que tuviese algo de volumen físico. Tal y como se reflejan es estas imágenes. Estos partes los firmaban, después del recuento, los cabos de cuartel entrante y saliente y después con el visto bueno del sargento de semana.
Así que, ahí van dos amarillentos y arrugados ejemplares de aquellos partes, dignos de figurar en algún museo al lado de algún legajo antiguo de la Edad Media.
(pinchando en las imágenes se pueden ver los detalles)
Parte de imaginariaEn el primero se relacionaban los 4 soldados que tendrían que hacer el servicio de imaginaria durante la noche, siempre nombrando a uno más de reserva por si fallaba alguno. Como era "natural" tenían preferencia en estos servicios los arrestados y si no, se echaba mano de las listas de revista de la compañía que tenía el furriel en un “supuesto” orden alfabético. Este parte lo firmaba el sargento o cabo 1º de semana.
En los partes de relevo de cabos de cuartel se disponían de unas casillas en las que había que anotar las cantidades de “cosas” que existían en los dormitorios, contadas una a una: fusiles, machetes, literas, taquillas, colchones, sábanas, mantas…., vamos, hasta las bombillas o cualquier otro objeto que tuviese algo de volumen físico. Tal y como se reflejan es estas imágenes. Estos partes los firmaban, después del recuento, los cabos de cuartel entrante y saliente y después con el visto bueno del sargento de semana.
Así que, ahí van dos amarillentos y arrugados ejemplares de aquellos partes, dignos de figurar en algún museo al lado de algún legajo antiguo de la Edad Media.
(pinchando en las imágenes se pueden ver los detalles)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar.