Camino de los 50, en el que ya me encuentro muy cerca de completar, la memoria ya no es la misma que 30 años atrás. Cosa natural en la especie humana. De mi paso por El Pardo a la fecha de hoy, mucha ha sido el "agua que ha caído". Sin embargo, gracias a este blog, los recuerdos de aquella juventud brotan con espontánea alegría y, por qué no decirlo, con inusitada fuerza. Sobre todo mi primer verano en el Regimiento, allá por 1980.
Todos que se encuentren en el mismo punto de ese "camino de los 50", así como los que se encuentren ya en tramos superiores, tendrán buen recuerdo de los primeros noviazgos "más o menos serios" que, por aquella época, solían darse en quienes, lejos de su pueblo, se olvidaban por unos instantes de la "novia oficial".
¿Quién puede negarlo?...Yo no...Sin embargo, desgraciadamente, mi recuerdo no llega más allá de las tardes de cine en El Pardo y de los paseos por el parque, frente al Regimiento, único lugar donde se podía soportar el agobiante calor de aquel verano.
No recuerdo el nombre, no recuerdo cómo era ni de dónde era, no recuerdo dónde vivía...sólo recuerdo que aquel verano fue especial para mí, pues aquella chica contribuyó en gran medida a "rellenar" los ratos de ocio fuera del Regimiento, así como en Madrid capital...
Fué realmente bonito el tiempo que duró...mientras duró...
Mi marcha de El Pardo aquel 15 de enero de 1982 fue el comienzo del fin de esa "amistad"...De ese día...la despedida que me dió el hoy desaparecido Sargento Peralta, de quien guardo muy grato recuerdo y a quien deseo Dios tenga en su gloria...fue el comienzo de una nueva etapa en mi vida...
Nunca olvidaré esa despedida que me brindó este Suboficial...Nunca olvidaré el verano del 80...Nunca olvidaré aquel 15 de enero de 1982...
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