22:50 miércoles, 25 de abril · Julio G. Blanco escribió: Hola a todos: hacer servicio de cabo 1º en el Hogar del Soldado era una verdadera odisea. Había que tener 4 ojos, vigilar que la gente no se desmandara y que tratara bien el mobiliario ¿cómo ibas a conseguir que la gente no se desmadrara si estaban en su cantina comiendo y bebiendo? Había que controlar la devolución de libros prestados en la biblioteca, que no se robaran las bolas de los billares y los futbolines, etc…Y luego, al acabar el día, organizar la limpieza, recorriendo las compañías mendigando gente a los sargentos de semana que siempre te entregaban a los arrestados. ¡Menuda papeleta hacer una limpieza con compañeros arrestados! …Y al día siguiente, a la hora de hacer el relevo, volver a contar todas y cada una de las piezas del mobiliario del sitio, hasta las bombillas, para reflejarlo en el parte… En una palabra, yo prefería hacer 10 servicios de armas seguidos que un solo servicio de Hogar. Un saludo. ----------------------------------- 15:43 martes, 01 de mayo · Rafael_Tenerife escribió: La verdad es que tienes razón Julio, muchas veces los usuarios de la cantina no calobaramos mucho con los que intentaban poner un poco de orden y sociego.
Pero bueno, en el fondo era comprensible ya que era el único lugar donde se rompía el protocolo militar, de hecho muchos sargentos y algunos oficiales se venían a la cantina de tropa que siempre estaba más animada que no los bares oficiales y suboficiales. Aquí nos tratabamos todos dentro de un respeto sin atender a las graduaciones, pero cuando se salía por la puerta se terminaba la dispensa.
22:50 miércoles, 25 de abril · Julio G. Blanco escribió:
ResponderEliminarHola a todos: hacer servicio de cabo 1º en el Hogar del Soldado era una verdadera odisea. Había que tener 4 ojos, vigilar que la gente no se desmandara y que tratara bien el mobiliario ¿cómo ibas a conseguir que la gente no se desmadrara si estaban en su cantina comiendo y bebiendo? Había que controlar la devolución de libros prestados en la biblioteca, que no se robaran las bolas de los billares y los futbolines, etc…Y luego, al acabar el día, organizar la limpieza, recorriendo las compañías mendigando gente a los sargentos de semana que siempre te entregaban a los arrestados. ¡Menuda papeleta hacer una limpieza con compañeros arrestados! …Y al día siguiente, a la hora de hacer el relevo, volver a contar todas y cada una de las piezas del mobiliario del sitio, hasta las bombillas, para reflejarlo en el parte…
En una palabra, yo prefería hacer 10 servicios de armas seguidos que un solo servicio de Hogar. Un saludo.
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15:43 martes, 01 de mayo · Rafael_Tenerife escribió:
La verdad es que tienes razón Julio, muchas veces los usuarios de la cantina no calobaramos mucho con los que intentaban poner un poco de orden y sociego.
Pero bueno, en el fondo era comprensible ya que era el único lugar donde se rompía el protocolo militar, de hecho muchos sargentos y algunos oficiales se venían a la cantina de tropa que siempre estaba más animada que no los bares oficiales y suboficiales. Aquí nos tratabamos todos dentro de un respeto sin atender a las graduaciones, pero cuando se salía por la puerta se terminaba la dispensa.