(Fuentes de la hemeroteca de la Biblioteca Nacional, facilitadas por nuestro compañero Javier Fernández Fernández).
Coronel D. Francisco Díaz Doménech-------------------------------------------------------------------------------------------
Artículo que acompaña a estas fotos:
La meritísima labor del Primer Regimiento de Telégrafos
(Revista gráfica NUEVO MUNDO Nº 1.558 30 noviembre de 1.923)
Este interesante Regimiento del Cuerpo de Ingenieros Militares está acantonado en el Real Sitio de El Pardo, donde ocupa el cuartel Zarco del Valle, de reciente construcción, aún no terminado, y el antiguo cuartel de Boyerizas que se destina a cuadras para el ganado y a talleres. Pertenece también al mismo regimiento la Compañía de la Red de Madrid cuyo núcleo principal radica en el cuartel de Conde Duque.
Tiene el Primer Regimiento 8 compañías divisionarias, que con las 8 correspondientes al Segundo Regimiento, aún no organizado, constituyen el total de las 16 compañías que se reparten entre las 16 Divisiones orgánicas. En la actualidad sólo cuenta por lo tanto con una compañía por cada dos divisiones
El material es eléctrico de campaña, heliógrafos, óptico y telefónico. Algunas estaciones de radio en automóvil complementan el conjunto.
En este Regimiento tienen singular acogida todos los telegrafistas civiles y obreros de las ramas eléctricas y mecánicas ligadas con la telegrafía. El obrero del campo se utiliza también para el cuidado y conducción del ganado y para el establecimiento y repliegue de las líneas telegráficas y telefónicas.
La instrucción militar, con el tiro y la equitación y carreteo, así como la instrucción técnica especial, consumen las actividades de este Cuerpo cuyos ejercicios y escuelas duran diariamente hasta el toque de oración y, mientras los demás soldados dedican al paseo sus ratos de ocio, los telegrafistas asisten a repetidas escuelas que aun son insuficientes para completar su vasta instrucción.
La obscura labor de estos aplicados soldados especialistas es desconocida por los ajenos y profanos militares y civiles. El Cantón de El Pardo se presta para esta penosa labor, de una intensidad abrumadora. El nuevo Cuartel con sus dependencias, los terrenos adyacentes de variado relieve y su próximo campo de tiro, son adecuados para perfeccionar la heterogénea, instrucción militar y técnica.
Suárez de la Vega, Gallego, Azcárate, Jimeno, Montero y Díaz Doménech son apellidos de Ingenieros Ilustres que avaloran el prestigio de este Cuerpo que mandan con brillante éxito.
En todas las campañas modernas han tomado su parte los telegrafistas militares que en África han pasado meses y aún años de centinelas permanentes sin relevo posible. Jóvenes heróicos han manipulado sus aparatos a pesar del certero fuego enemigo, transmitiendo en tales condiciones millones de palabras.
Tres compañías a pie de guerra realizan desde primeros del mes actual, prácticas de posiciones, tendidos y repliegues en las provincias de Almería, Granada y Murcia ocupando puntos determinantes a uno y otro lado de la Sierra de la Alpujarra. Estas prácticas las manda el teniente coronel Guijarro y las inspecciona el coronel Díaz Doménech. En El Pardo mientras tanto, siguen las fuerzas restantes su vida normal de escuela permanente, bajo las órdenes del teniente coronel Ruiz-Capillas, encargado del despacho del Regimiento, de la Comandancia Militar de dicho Real Sitio y de la inspección de la Red de Madrid, sin descuidar por esto sus trabajos como ingeniero de Obras de la Comandancia de la Plaza.
Justo es que esta labor de la inteligencia secundados por hábiles y trabajadores subordinados sea del conocimiento de todos.
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