Hace nada más que 53 años, Mari Carmen, la que hoy sigue siendo afortunadamente mi esposa, tan sólo contaba 15 años de edad, acabábamos de conocernos, ella se encontraba en mi pueblo, yo en el Regimiento de Transmisiones del Ejército de El Pardo. Llegó su cumpleaños y, este pobre soldadito que tan solo acumulaba en sus bolsillos algo de pelusa, decidió quedar bien con su flamante novia. Como yo solía visitar casi a diario al Cristo Yacente de El Pardo, aprovechando que los frailes franciscanos que custodian la venerada imagen vendían algunos recuerdos: medallitas, pañuelos, postales, etc. Hice un sacrificio en mi paupérrimo bolsillo y me decidí por algo que pudiese enviar por correo postal. Adquirí un bonito pañuelo y se lo remití a mi novia con mi felicitación.
El obsequio le gustó mucho, según me comunicó, pero tras más de medio siglo de aquello, ya lo tenía más que olvidado. Hace unos días, realizando limpieza por los lugares más recónditos de la casa, vi el pañuelo que mi esposa tenía celosamente guardado en una cajita con otras cosas de mucho valor sentimental para ella. Seguía con las dobleces originales y, al desplegarlo para verlo mejor, se quedaron los pliegues tan marcados que ha sido imposible eliminarlos.
Mi alegría ha sido indescriptible, aquél pañuelo que fue el primer regalo que yo le hice a mi esposa ya lo tenía olvidado. Aquí os mando la foto para que disfrutéis como yo de su contemplación.
Un saludo para todos.
Antonio Colomina (Alicante)
Emocionante el recuerdo del amigo Antonio. Y felicidades anticipadas en sus bodas de oro.
ResponderEliminarPaco Acebes
Estimados Antonio y Mari Carmen:
ResponderEliminarEn primer lugar, mi más sincera felicitación por tantos años de vida en común. Una prueba que viene a refutar las últimas teorías sobre la crisis de la institución matrimonial y su dudosa prolongación en el tiempo. Tan larga permanencia compartiendo el devenir cotidiano de todos los días bien merece elogio.
En segundo lugar, agradeceros el detalle de compartir con nosotros este pequeño recuerdo, el cual también viene a corroborar que tu paso por El Pardo no se ha borrado de tu memoria. Hecho que, como el anterior, también es digno de elogio.
Y en tercer lugar, por último, pedirte permiso para disfrutar contigo del hallazgo, pues como bien se detalla en una frase inserta al pie de este blog de un bilbilitano de renombre histórico, "Poder disfrutar de los recuerdos de la vida es vivir dos veces"
Gracias y un abrazo desde Zaragoza
Estimado amigo Antonio: Así que he podido he abierto el Blog. Evidentemente ha sido una agradable sorpresa para mí, la misma con la que has titulado tu articulo.
ResponderEliminarMe puedo imaginar tu contento al descubrir una muestra de tanto afecto, que ha permanecido contigo y tu esposa más de medio siglo, guardada y conservada celosamente. No cabe duda de que ha resultado una bendición para tí y para Mari Carmen. Bello legado para toda la familia.
Te aseguro que sí que yo también lo he disfrutado, y me ha traído recuerdos puesto que de igual forma obsequié con esta bendita prenda, a mi madre y a mi abuela.
Como personas de fe y de respeto, estoy seguro que la disfrutaréis, eso es lo que yo os deseo por muchos años.
Un abrazo.
José
MANRESA
Muchísimas gracias por tus amables palabras querido amigo José. Me alegro mucho que este pañuelo te haya traído buenos recuerdos.
ResponderEliminarRecibe un fuerte abrazo.
Antonio Colomina (Alicante)
Estimados compañeros,deseo que "nuestro" blog dure por lo menos medio siglo,al igual que la union entre Antonio y Mari Carmen a los cuales felicito sinceramente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Jose Ibañez
Muchisimas gracias a todos por vuestros amables comentarios que sé muy bien que os salen del corazón.
ResponderEliminarRecibid un fuerte abrazo.
Antonio Colomina (Alicante)
Compañero batallas de Julio Granja Blanco. Amigo desde hace una vida.
ResponderEliminarJulio ha fallecido esta tarde en Madrid. En paz y rodeado de los suyos.
Quiero, desde aquí, que este pequeño recuerdo sea un merecido homenaje hacia él.
¿Qué se podría decir de él Julio? Sobre todo *buena gente* y patriota hasta la médula.
Un fuerte abrazo Julio.