Esta foto está tomada a la una menos cuarto del mediodía, del día 2 de Julio de 1.964. Nos encontrábamos en el patio detrás de la cocina, haciendo tiempo hasta que nos llamaran a formar para entrar en el comedor.
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De izquierda a derecha: yo mismo; en el centro: Manuel Silveira Reyes, de Huelva y a la derecha: Ricardo Tobes Dávila, de Madrid. Éramos muy jóvenes. Ingresamos todos como voluntarios en el Regimiento.
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Nos acababan de entregar el uniforme de faena: bota corta, pantalón, ceñidor, camisa y gorra cuartelera. A Ricardo no le dieron todavía las botas, pues no había de su talla, así que tuvo que estar varios días con sus zapatos de paisano. Al día siguiente nos entregarían el mosquetón, el machete y los correajes.
Nos acababan de entregar el uniforme de faena: bota corta, pantalón, ceñidor, camisa y gorra cuartelera. A Ricardo no le dieron todavía las botas, pues no había de su talla, así que tuvo que estar varios días con sus zapatos de paisano. Al día siguiente nos entregarían el mosquetón, el machete y los correajes.
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Manuel, Ricardo y yo dormíamos en literas juntas dentro de la nave de la compañía.
Nos hicimos muy amigos. Por las tardes, nos organizábamos unos “banquetes” en la cantina, a base de comestibles que aportábamos cada uno. Uno, los chuscos de pan, otro, 1 kg. de tomates, otro invitaba a chorizo y jamón. Con todo ello y acompañados por una botella de vino peleón nos metíamos una merienda de “campeonato”.
Manuel, Ricardo y yo dormíamos en literas juntas dentro de la nave de la compañía.
Nos hicimos muy amigos. Por las tardes, nos organizábamos unos “banquetes” en la cantina, a base de comestibles que aportábamos cada uno. Uno, los chuscos de pan, otro, 1 kg. de tomates, otro invitaba a chorizo y jamón. Con todo ello y acompañados por una botella de vino peleón nos metíamos una merienda de “campeonato”.
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Pasamos dos meses muy duros de instrucción. Era pleno verano. Algunos fines de semana nos daban permiso para ir a Madrid. El domingo por la noche, Ricardo Tobes nos esperaba en Moncloa, con su potente moto provista de sidecar, que llevaba el nombre de “NICANORA” puesto en el guardabarros de la rueda delantera y nos traslaba a El Pardo, de regreso al cuartel.
Pasamos dos meses muy duros de instrucción. Era pleno verano. Algunos fines de semana nos daban permiso para ir a Madrid. El domingo por la noche, Ricardo Tobes nos esperaba en Moncloa, con su potente moto provista de sidecar, que llevaba el nombre de “NICANORA” puesto en el guardabarros de la rueda delantera y nos traslaba a El Pardo, de regreso al cuartel.
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Juramos Bandera el 6 de septiembre de 1.964. Al día siguiente nos mandaron a cada uno a su lugar de destino. Manuel, a la peluquería, con lo que se ganó el sobrenombre de “el peluca”. Ricardo fue destinado a la oficina de Mayoría como escribiente. Y yo, a la Cía, de Radio.
Juramos Bandera el 6 de septiembre de 1.964. Al día siguiente nos mandaron a cada uno a su lugar de destino. Manuel, a la peluquería, con lo que se ganó el sobrenombre de “el peluca”. Ricardo fue destinado a la oficina de Mayoría como escribiente. Y yo, a la Cía, de Radio.
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A Ricardo, lo ví por última vez, casualmente, y ya licenciados, delante de un kiosco de periódicos de la Puerta del Sol durante el año 1.968, en donde nos saludamos y estuvimos un largo rato de charla.
A Ricardo, lo ví por última vez, casualmente, y ya licenciados, delante de un kiosco de periódicos de la Puerta del Sol durante el año 1.968, en donde nos saludamos y estuvimos un largo rato de charla.
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Hace pocas semanas, su hija C. Tobes, nos dejó un comentario en este Blog, en la entrada titulada “Mi primer coche…”, dándonos la mala noticia de que Ricardo falleció prematuramente cuando apenas tenía 38 años de edad.
Vaya para él nuestro recuerdo y sirva como homenaje esta humilde entrada que le dedicamos especialmente.
Hace pocas semanas, su hija C. Tobes, nos dejó un comentario en este Blog, en la entrada titulada “Mi primer coche…”, dándonos la mala noticia de que Ricardo falleció prematuramente cuando apenas tenía 38 años de edad.
Vaya para él nuestro recuerdo y sirva como homenaje esta humilde entrada que le dedicamos especialmente.
Siempre es muy lamentable una muerte, pero a tan temprana edad es una tragedia. Lo siento amigo Julio pues sé que el fallecimiento de un compañero se siente como el de un familiar.
ResponderEliminarUn abrazo
Antonio (Alicante)
También me uno al pesar por la muerte de un compañero, que en su tiempo lo fue de Julio y que cumplió con su deber en nuestro Cuartel de Transmisiones.
ResponderEliminarUn abrazo a su familia y todos.
José - Manresa
Yo trabajé con Ricardo en Mayoría, él estaba en archivo con Guijarro, creo recordar. No lo he vuelto a ver desde el año 65. Lamento su pérdida.
ResponderEliminarPepe Maestre.
Hola me llamo alejandro, fui compañero de trabajo de Ricardo en SITRE , gran compañero y amigo con ese caracteristico bigote.
ResponderEliminarSenti su fallecimiento ya que estaba muy unido a el como amigo y compañero.
Nunca dejo de recodarle.
Un abrazo a sus hijos y familia.